martes, 8 de diciembre de 2009

La Ronda de Doha: el tema agrícola


La ronda Doha en el caso de la agricultura ha abierto un gran debate entre los países desarrollados y los PED. Así, en este sector se ha dado la negociación sobre el acceso a los mercados, la ayuda interna y la competencia de las exportaciones. Respecto al acceso a los mercados, se pretenden mejoras sustanciales con un trato especial y diferenciado para los PED. A través de reducciones de los aranceles con flexibilidades en el caso de los productos sensibles; en el caso de la ayuda, se persiguen reducciones sustanciales de la ayuda interna causante de la distorsión del comercio; y en cuanto a la competencia de las exportaciones, el objetivo son reducciones de todas las formas de subvenciones a la exportación.Desde mi punto de vista fracaso de la Ronda de Doha de negociaciones para liberalizar el comercio internacional se debe sobre todo a la lucha para obtener ventajas en los mercados agrícolas por parte de las grandes potencias, empresas y lobbies. El enfoque adoptado en las negociaciones ha sido que no se tuvo suficientemente en cuenta los intereses de los países en desarrollo y se centró en el libre comercio, más que en el comercio justo.Las negociaciones se centraron en el problema del alto nivel de apoyo presupuestario y de protección de las importaciones en varios países desarrollados. Estados Unidos uno de los tres primeros países del mundo en subvenciones a su agricultura se niega a recortar estas ayudas a un nivel aceptable para los otros y la Unión Europea se han negado también a recortar sus aranceles en un porcentaje considerado suficiente. Además los países desarrollados piden que los países en desarrollo abrieran sus mercados antes de aceptar mejores condiciones para sus exportaciones.Otro factor decisivo en el fracaso de las negociaciones fue que los países en desarrollo tenían poco que ganar en un acuerdo centrado en las necesidades de los grandes países desarrollados.Pienso que para que la ronda de Doha funcione se debería pasar a ser una auténtica Ronda del Desarrollo, planteada de una forma más amplia y participativaPor un lado, deberá ocuparse de los subsidios domésticos y del acceso a los mercados de forma que no frenen el desarrollo, y por otro abordar de forma seria de las cuestiones relacionadas con la capacidad de suministro y las inversiones necesarias para que los países menos desarrollados se beneficien de las oportunidades de mercado que conlleva el comercio justo.Y otro punto muy importante sería que para que los recortes en los subsidios a la agricultura y los aranceles bajos en los países desarrollados beneficien a los países en desarrollo, tienen que ser aplicados en un contexto que incremente los ingresos de los pequeños campesinos y mejore la seguridad alimentaria de cada uno de los países, más ahora que hemos presenciado la escalada en los precios de los alimentos a nivel mundial el años pasado y este.

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